martes, julio 01, 2008

Lo que recibí de La Carta de Panamá: Colamarco


Muchas veces el Bien está disfrazado de Mal, pero continúa siendo el Bien, y forma parte del plan que Dios creó para la humanidad."
Paulo Coelho


Colamarco, Susana y Paredes quedaron a medio camino. Martín los bajó de su auto
Arraiján, La Chorrera: el camino que molestó a Torrijos
Osiris Jurado Ávila ojurado@estrelladepanama.com

Política

La Estrella de Panamá, 19.3.08
La ilusión del mandatario Martín Torrijos de presumir el ensanche de la Vía Interamericana (tramo Arraiján-La Chorrera) antes de la partida de cientos de miles de panameños para la Semana Mayor, terminó en decepción y reclamos entre Torrijos y el jefe de la cartera de Obras Públicas, Benjamín Colamarco.

Un comunicado del Palacio de las Garzas del pasado 17 de marzo anunciaba el recorrido que haría Torrijos para inspeccionar la obra personalmente, incluso garantizó la mayor cobertura posible de los medios de comunicación.

Todo estaba programado para las 8 de la mañana de ayer, el recorrido debía ser rápido pero completo. Torrijos tenía un compromiso en la comunidad de El Empalme en Bocas del Toro, participaría en la consulta de priorización de obras del Prodec.

¿Qué pasó en el recorrido? ¿Por qué Torrijos no lo completó? ¿Por qué dejó a sus pasajeros en medio de la vía?

El mandatario conducía su auto, una camioneta Lexus color beige. Lo custodiaba una delegación de motorizados y carros 4x4 del Servicio de Protección Institucional (SPI). Su copiloto, el flamante ministro Colamarco, y en los asientos traseros estaban los diputados Rogelio Paredes y Susana Richa de Torrijos, tía política del presidente.

A pocos minutos del recorrido, que inició en el super Xtra de Arraiján, el asombro del mandatario se hizo notorio. Su semblante cambió notablemente, incluso era percibido por la delegación que lo escoltaba. Una serie de obstáculos que tuvo que sortear en plena carretera tensó la amena conversación entre los funcionarios perredistas. Las tuberías de aguas negras yacían erguidas frente al auto de Torrijos, quien con destreza y pericia los sorteaba.

Barrancos, derrumbes de tierra a los costados, gravilla dispersa, obstáculos de concreto en los hombros e isletas, además de la falta de señalización hicieron que Torrijos percibiera en carne propia lo peligroso que es transitar por esta vía.

Luego de unos segundos de silencio, el presidente se percató de la falta de un puente. ¿Dónde está el puente? (de la entrada de Vacamonte). Colamarco se excusaba: aduciendo que el presupuesto no alcanzó (65 millones de dólares), y que la indemnización era muy costosa. El mandatario gesticulaba inconformidad y daba instrucciones, se negaba a que la obra quedara incompleta.

De pronto, el alcalde de Arraijan, David Cáceres, y la diputada Mayra Zúñiga aparecieron en un despampanante carro deportivo color rojo de dos pasajeros, lo que tomó por sorpresa a Torrijos, quien ya no aguantó una más y bajó a los pasajeros justo en el puente elevado del supermecado el Rey de Vista Alegre, en Arraiján. Se acabó el recorrido, aún faltaban unas tres o cuatro comunidades más para llegar a La Chorrera.

La Estrella de Panamá intentó varias veces comunicarse con Colamarco, pero no fue posible.
El fastuoso recorrido nunca se completó, Torrijos bajó a sus acompañantes, dio media vuelta y partió rumbo a su Prodec en El Empalme.

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COMENTARIO DE "LA CARTA DE PANAMA"

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Para que Torrijos haya actuado de ese modo, tiene que haber estado bien, pero bien, molesto. Y Colamarco, a su lado, muy orondo.... cuando aprovecha la ocasión para situar la falla en el ejecutivo cuando aduce que el presupuesto de 65 millones no alanzó. ¡Que oportuno, aprovechador y maestro del cinismo!

* Que momento más inoportuno escogió para lanzar su dardo. No es de extrañar la molestia que sintió Torrijos que lo llevó a tratar a su ministro y a sus acompañantes con toda la bronca causada por el batallonero/ministro.

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Denuncian uso de autos del Estado
MÓNICA PALM
mpalm@prensa.com


Panorama


La Prensa, 24 de agosto de 2006
El panameñista Luis E. Camacho indicó que en la organización de la fiesta de cumpleaños del titular del Ministerio de Obras Públicas (MOP), Benjamín Colamarco, se utilizaron no uno, sino tres vehículos oficiales.

Camacho entregó ayer una carta al contralor Dani Kuzniecky en la que informa de que se utilizó un Ford Ranger blanco, asignado al Programa Nacional de Administración de Tierras del Ministerio de Economía y Finanzas. Además, cuatro funcionarios de la oficina del MOP en Coclé viajaron a la capital para participar en el festejo, en un pick up blanco, también oficial.

Kuzniecky ya investiga el uso de un vehículo con placa 001482, asignado al MOP, que fue retratado transportando globos que se utilizaron para decorar el "Rancho María", local en que se celebró la fiesta.

Ayer, los amigos del funcionario se atribuyeron la organización de la fiesta. En un comunicado, Aquilino Velásquez y Carlos Salcedo explican que fue financiada con aportes privados de amistades.

"Yo, como productor agropecuario, le regalé un novillo de 600 libras, tres lechonas, 2 mil tamales y mil 500 bollos", precisó Salcedo, vía telefónica.

Agregó que otro amigo, Moisés González, imprimió las invitaciones en su negocio.

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COMENTARIO DE "LA CARTA DE PANAMA"

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El individuo deshonesto imprime su sello de tal en todos sus actos. No le importa si con ello molesta a alguien u ofende a muchos. Sabe que su turbia fama no puede enturbiarse más y por tanto se ríe pensando "¿por qué se meten conmigo?"

* Los actos deshonestos, a pesar del tiempo transcurrido desde que se publicó esto, no dejan de ser deshonestos con carácter permanente.

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Benjamín Colamarco se ausentó de su trabajo un viernes, argumentando que tenía amigdalitis.

Este diario captó imágenes de Colamarco en un acto proselitista a la hora en que debía estar en la oficina.

El ministro que perdió la voz

Leonardo Flores
lflores@prensa.com

Panorama

La Prensa, 17.3.08
El viernes 7 de marzo ofreció toda su plenitud de un típico día de verano. En esa fecha, el hotel Plaza Paitilla Inn serviría de sede para un agasajo a los delegados de la provincia de Darién que participarían, dos días después, en la elección del nuevo Comité Ejecutivo Nacional (CEN) del Partido Revolucionario Democrático (PRD). Pero el anfitrión, el ministro de Obras Públicas, Benjamín Colamarco, quien para entonces aspiraba a la segunda vicepresidencia del CEN, se quedó sin voz. No es cuento; es una historia de la vida real contada por el propio Colamarco.

La razón: una inflamación de las amígdalas -enfermedad que se caracteriza por un intenso dolor de garganta, fiebre, cefalea y malestar general- que le impidió cumplir con sus labores en el ministerio. Al menos eso fue lo que él contó que diagnosticó el médico, que incluso le dio un certificado de incapacidad. "Tengo gripe y amigdalitis, cof, cof, cof", dijo tosiendo Colamarco, tras varias llamadas telefónicas para contactarlo en su despacho, donde su secretaria y relacionista pública informaron que el ministro estaba indispuesto y que por eso no había ido a laborar.

Sin embargo, a eso de las 10:00 a.m., el lente de la reportera gráfica de este diario Ana Teresa Rentería captó a Colamarco compartiendo un desayuno con el presidente de la Asamblea Nacional, Pedro Miguel González, y los delegados de Darién. Como ministro, Colamarco debía de estar trabajando y como enfermo debía estar en reposo. "Solo fui a saludar", se excusó más tarde.

Llegar hasta allí no tenía perdedero, en el lobby del hotel se anunciaba que en el salón El Faro del Plaza Paitilla Inn había un desayuno de Benjamín Colamarco. A cada uno de los que entraba en el lugar se le pedía anotarse en una lista y se le distribuía afiches y papeletas, pidiendo apoyo a su candidatura a la vicepresidencia, cargo que ganó el pasado domingo 9 de marzo.

Seis o siete flashes de la cámara de Rentería bastaron para poner en alerta al personal que participaba de la actividad.

Cumplida la asignación, Rentería se disponía a salir del lugar, cuando tres hombres con saco, corbata e implementos que los identificaban como miembros del equipo de seguridad, la detuvieron. "Esta es una actividad privada, usted no puede tomar fotografías. Entréguenos el rollo, esas fotos no pueden salir. Este asunto lo debemos resolver aquí", le dijeron los agentes de seguridad. Pero Rentería advirtió: "no les puedo entregar el equipo porque es propiedad de La Prensa".

Al incidente se unieron dos personas que exigían la entrega de la memoria con las fotografías, lo que provocó que la reportera, tras consultar con su jefe, borrara las fotografías para que la dejaran ir. Sin embargo, la decisión fue en vano, ya que pasaron tres horas y Rentería permanecía retenida.

Las dos personas, que se identificaron como parte del equipo de relaciones públicas, lograron quitarle la cámara a Rentería. Minutos después se la devolvieron con una tarjeta diferente a la que se le había entregado en la redacción de La Prensa, de una marca distinta.

La receta del doctor funcionó, ya que Colamarco, que el viernes estaba sin voz por los problemas de amigdalitis, promovía el domingo su candidatura en el Rod Carew y daba entrevistas a los principales radios y televisoras que cubrían el congreso del PRD.


Presentan denuncia ante las autoridades del PRD

Corporación La Prensa S. A. presentó, el viernes pasado, ante la Fiscalía de Honor y Disciplina del Partido Revolucionario Democrático, una denuncia formal porque a la reportera Ana Rentería se le privó de su libertad, en contra de su voluntad, por un período de aproximadamente de tres horas. La denuncia también se sustenta en que la reportera fue despojada, mediante engaño, de la tarjeta de memoria de la cámara fotográfica, y que, tanto la tarjeta como el material fotográfico contenido en esta son propiedad de Corporación La Prensa.
"Todo lo ocurrido durante el incidente muestra una clara aplicación de la deplorable práctica de amedrentar a periodistas y medios de comunicación, con el propósito de causar temor y evitar que sea divulgada información de interés público. La amenaza e intimidación son consideradas -por convenciones y declaraciones de las que Panamá es signataria- violaciones a la libertad de expresión", precisa la denuncia.

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COMENTARIO DE "LA CARTA DE PANAMA"

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La actitud turbia de Colamarco, en tratar de engañar y luego tratar de amedrentar al periodista que lo descubrió, son parte de la naturaleza pseudo mafiosa que anida en el fondo de su conciencia.

* La providencia castiga sin palo, dicen por ahí....

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Ministro no laboró ayer, pero sí hizo proselitismo

Leonardo Flores
lflores@prensa.com

Opinión

La Prensa, 8.3.08
El ministro de Obras Públicas, Benjamín Colamarco, se ausentó ayer de sus labores alegando enfermedad , pero en horas de la mañana participó en un desayuno con delegados de Darién para promover sus aspiraciones como candidato a la segunda vicepresidencia del Partido Revolucionario Democrático (PRD).

Consultado sobre el tema en horas de la tarde, Colamarco dijo que él ayer tenía certificado de incapacidad por problemas en la garganta y que simplemente pasó por el hotel Plaza Paitilla Inn, donde tenía lugar la reunión, para saludar a los delegados. En el lugar, sin embargo, se repartieron folletos que promovían su candidatura. La presidenta de la comisión de elecciones, Orcila de Constable, informó que enviará una nota para reprender a los seguidores de Colamarco por su actitud.
Agentes de seguridad que custodiaban el acto, en el que también estaba el presidente de la Asamblea Nacional, Pedro Miguel González, impidieron la cobertura periodística de una reportera de este diario. A las 10:00 a.m., los agentes le quitaron la tarjeta que almacenaba las fotos de su cámara a la reportera Ana Rentería y le dieron una en blanco.

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COMENTARIO DE "LA CARTA DE PANAMA"

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Atacar a una periodista y robarle el producto de su trabajo, revela el carácter deshonesto y maligno del ministro Colamarco así como el de su correligionario, Pedro Miguel González. A este último no le importó perjudicar a la nación cuando tuvo la ocasión. Este debe ser un verdadero promotor del concepto "poco me importa" tan común entre los políticos de nuestro medio incluyendo los que parieron la idea de elegirlo nada menos que para un cargo tan alto, sabiendo que hacerlo iba a causar problemas.

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Piden a Colamarco que deje la figuración
Bernardo Pineda A.
Historiador y docente
Página del lector
La Prensa, 13 -12- 2006

6 DE DICIEMBRE. Pocas veces he leído un escrito más confuso,

impenetrable, ineficaz y mal escrito que el que se ha permitido publicar el titular del MOP, Benjamín Colamarco. El artículo, titulado El mantenimiento de la red vial, es supuestamente para informar a la ciudadanía que el MOP acomete la tarea de darle "más vida útil en condiciones de eficiencia" a la red vial y de realizar el mantenimiento de las vías de acuerdo a nuevos estándares. Pero no logra decir de manera clara en las magras 490 palabras que tiene el artículo, qué es lo que quiere informar. El artículo trae visibles errores de sintaxis y de puntuación. Pero trae además errores conceptuales que dejan serias dudas sobre la capacidad del ministro para entender a cabalidad lo que le corresponde hacer.

Dice Colamarco: "para ello se ha presentado un programa... al BID "...por un monto de 70 millones, el cual unido al aporte local hace un total de 105 millones de dólares". Y más adelante: "Este programa fue aprobado el 4 de octubre de 2006 en el directorio del BID...". No dice que fue aprobado por el BID, sino en el BID. Cabría preguntarle a Colamarco, ¿cuál es el miedo que tiene de decir que lo que se presentó al BID fue una solicitud de financiamiento o un préstamo? Esta solicitud debe justificarse, cierto, pero lo que BID aprueba no es el programa o proyecto, sino el financiamiento. Por otro lado, cabe preguntarle también si lo que va a hacer el MOP ahora no es lo que se supone que deba hacer en éste y en todos los gobiernos anteriores un Ministerio de Obras Públicas. ¿Para qué necesitamos que un ministro mande una columna a título personal para hablarnos de lo que por mandato de la ley le corresponde hacer? Colamarco no explica qué son, ni cuáles son los nuevos estándares de calidad, en qué consisten, cómo se formularon, quién les dio luz verde, en qué y cuánto se diferencian estos nuevos estándares de lo que antes se hacía.

Dice Colamarco que el programa "implica un cambio cultural", porque ahora se compromete a los contratistas privados no sólo a construir sino a mantener las carreteras por cinco años. Pero no explica qué tiene que hacer esta propuesta con la cultura, ni mucho menos dice cómo va a hacer el MOP para obligar a los contratistas privados a que por cinco años le den mantenimiento a lo que entregan. Más adelante dice: "El concepto de mantenimiento por estándares" -¿cuáles estándares?- "se inserta en el desarrollo... como uno de los cuatro ejes del Gobierno Nacional...". Pero deja a todo el mundo el aire cuando ni siquiera menciona cuáles son esos cuatro ejes, y mucho menos en qué consisten. Finalmente: la implementación de un nuevo programa de mantenimiento vial es materia de un comunicado formal, de página entera, preciso, claro y bien escrito. Le recomiendo al señor Colamarco que deje de lado su compulsivo afán de figuración y cobertura y que contrate a un profesional idóneo de las relaciones públicas.

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COMENTARIO DE "LA CARTA DE PANAMA"

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* Encontré este interesante escrito que había guardado para uso posterior. Me ha parecido que el autor ha realizado una especie de rayos x de la personalidad e idoneidad de Colamarco. El tiempo no ha disminuido el impacto de esta observación.
* Lo que sorprende es que un individuo como Colamarco, haya llegado al cargo que hoy ostenta.
* Su fama de batallonero furioso, sanguinario y vengativo, explayando sus características mucho más allá de lo que le mandaron, ha quedado impresa en la mente de todos los panameños y de los que vieron su foto alrededor del mundo persiguiendo a un ensangrentado Billy Ford, quien nunca le hizo nada personal ni de ninguna otra naturaleza.
* Y pensar que este individuo es hoy ministro de estado de la República de Panamá, posición de la cual ejerce su aficiones en otro terreno, la de castigar a todos los ciudadanos, escondiendo su actividades (demostrando así su enemistad con la transparencia) y aplicando penalidades pecuniarias contra los ciudadanos que no tienen nada que ver con el objeto que él usa para justificar un impuesto.
* Nos recuerda el genio maligno de los cuentos de hadas que se frotan las manos sonriendo deleitado, cuando una maldad logra su destino. Ser malo es su naturaleza congénita.

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